El agua caliente

La energía es el motor que hace funcionar el mundo. Sin energía no tendríamos iluminació, ni agua caliente, ni calefacción o aire acondicionado, no podríamos ver la televisión o desplazarnos en coches o autobuses. Su uso forma parte de nuestro estilo de vida pero sólo nos preocupamos de ella cuando nos hace falta.

Las instalaciones fijas (calefacción y agua caliente sanitaria) suponen el 67% del consumo energético de los hogares españoles. 

Calderas y radiadores de agua:

Calderas:

Considerando el tipo de combustión, las calderas pueden ser:

  • Atmosféricas: cuando la combustión se realiza en contacto con el aire de la estancia donde está ubicada la caldera. Está prohibida la adquisición de calderas atmosféricas desde el 1 de enero de 2010. Esto no significa que los usuarios que poseen una caldera atmosférica tengan que cambiarla por una estanca, pero sí se recomiendo que en caso de reformas o por propia voluntad del usuario se opte por la caldera estanca.

  • Estancas: cuando la admisión de aire y la evacuación de gases tiene lugar en una cámara cerrada, sin contacto alguno con el aire del local en que se encuentra instalada. Tiene mejor rendimiento que las calderas atmosféricas. Entre las calderas estancas son recomendables las calderas de condensación por ser las que alcanzan mayor rendimiento energético y tener unas emisiones muy bajas de NOx (óxidos de nitrógeno)

  • También son de destacar las calderas con modulación automática de la llama. Este sistema minimiza los arranques y paradas de la caldera, ahorrándose energía al adecuar, en todo momento, el aporte de calor a las necesidades, mediante el control de la potencia térmica aportada (potencia de la llama).
  • Calderas de baja temperatura: trabajan con temperaturas de retorno del agua bajas (40-60ºC) y con baja temperatura de humos (90-120ºC) contando con eficacias superiores. Su principal aplicación es en instalaciones dónde se pueda trabajar un número elevado de horas a temperaturas bajas del circuito de agua caliente.
  • Calderas de condensación: recuperan parte del calor de la combustión, particularmente el calor latente del vapor de agua que se produce durante el proceso. Su temperatura óptima de operación es 30-50ºC del circuito de calefacción. Otra propiedad es que emiten los humos casi fríos, a temperaturas de sólo 40-60ºC.

Los calentadores representan un sistema de calentamiento instantáneo que permite que el agua se caliente en función del consumo de cada hogar. La principal ventaja de este sistema es que no se necesita mantener el agua caliente acumulada, lo que evita un mayor coste energético. Debido a estas características resulta más apropiado para familias no numerosas, donde haya pocas personas viviendo o dónde su uso sea muy puntual,a primera hora de la mañana o a última de la noche.

Los calentadores de agua tiene un regulador de temperatura que puede ser utilizado para ajustarla a nuestras necesidades. De esta forma evitaremos un derroche de energía con lo cual no haría falta abrir el agua fría para evitar que nos quememos.

Radiadores:

Los radiadores son los elementos intercambiadores de calor entre el agua calentada y el espacio que se quiere calentar. 
La mejor colocación de los radiadores, por motivos de confort es debajo de las ventanas, haciendo coincidir la longitud del radiador con la de la ventana, para favorecer la correcta difusión del aire caliente por la habitación.
  • Es conveniente no tapar ni obstruir los radiadores para aprovechar al máximo el calor que emiten.
  • En el caso de que estén situados en huecos, es importante colocar elementos reflectantes detrás de los mismos. Por ejemplo, es aconsejable colocar papel de aluminio sobre la pared, así el calor reflejará en el papel y se quedará dentro, evitando que se cuele por las paredes hacia el exterior.


Consejos para optimizar el uso de agua caliente:

Usar el agua caliente con precaución, ya que el calentador de agua es el segundo aparato que más electricidad consume en el hogar.

Envolver el calentador de agua eléctrico en una manta aislante. Son económicas y están disponibles en la mayoría de las tiendas de materiales de construcción.

Reparar las goteras que se hayan detectado lo más rápido posible.

Bajar el termostato del calentador de agua con el fin de no calentar más de lo necesario. Una temperatura de 20 grados es mas adecuada para la mayoría de las casas con lavavajillas modernos.

Instalar un regulador o control de flujo en la ducha, y llaves para evitar desperdiciar el agua. Esta acción tan simple puede reducir el consumo energético en un 50%.

Cerrar el desagüe del lavabo al afeitarse o durante el cepillado de los dientes.

Utilizar el lavavajillas y la lavadora solamente cuando se tenga la carga llena.


Fuentes:


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